martes, 6 de abril de 2010

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

ENSAYO-2005. Todo por culpa del principio de incertidumbre jeje.



EN LOS LABIOS DEL AGUA
-Los Jardines Secretos de Mogador-

“Los Sonámbulos son enemigos de las certezas”
Alberto Ruy Sánchez


De la simbología usada por Alberto Ruy Sánchez en su obra, sumamente interesante, bien puede analizarse detalladamente y dar como resultado una serie de interpretaciones atractivas… Sin embargo, esta vez – debido a circunstancias, puesto que el ser humano responde a ellas- se hablará del deseo.

Encontrar lo mágico en las cosas que se hacen, sentir con intensidad, escuchar el corazón palpitar en las manos, en el cuerpo, suspirar hondamente: desear. ¿Y cuántos realmente se atreven? “La sociedad es un espeso tejido de deseos” (Pág.53), pero ocultos, disfrazados, ahogados por circunstancias, mudos.

Por ello se admira al que lucha por vivir con el deseo como su axioma, al que no ha perdido la capacidad de asombro ante lo aparentemente nimio. Y se hace un hueco para contar una historia similar a la de uno de los abuelos de Jassiba, a quien, además, se le debe el título de este ensayo y de otro escrito de Ruy Sánchez.

…Eulogio ya no es tan joven, por eso pocos entienden su adicción al enamoramiento, si tuviera unos diez años menos se podría decir que son “cosas de la edad”, pero no lo es. Va por la calle cuando descubre en la otra acera el amor (o al menos un pedazo de él), se dirige hacia la chica y dice lo primero que se le cruza por la cabeza. Se olvidó mencionar que Eulogio tiene un poder de convencimiento muy desarrollado. Si la chica puede articular una idea completa sin titubear y muestra interés por la música él queda prendado.

La corteja por la siguiente semana (si hay sexo bienvenido sea, de lo contrario no hay ningún problema), durante este tiempo ella se vuelve el centro de su atención y Eulogio se deja recorrer por las sensaciones, por ese deseo que nadie entiende. Pasado cierto tiempo, esa intensa etapa del enamoramiento inicia su declive, y Eulogio se marcha dando argumentos convincentes a la chica, dejándola satisfecha. Él emprende el viaje con sus fotografías y una dosis –de deseo- para el camino.

En los labios del agua, en su boca escurridiza e incolora, en las ilusiones constantes y pasajeras, donde “de cada mujer que se enamoró fue capaz de construir una nueva idea de la vida, firme como certeza” (Pág. 56) Y luego desmoronarla para construir otra, con una nueva mujer.

Al igual que Eulogio, la obra de Ruy Sánchez es atrevida en un contexto como el actual, intentado encontrar las razones “lógicas” al actuar, donde se vive con prisa, buscando la comodidad y resignándose a salir el día para mañana comenzar el otro. Y es que los jardines de Mogador no son tan secretos, lo que sucede es que pocos tienen tiempo de detenerse a mirarlos.

“Habría que detenerse en cada instante una vida para comprender su propia razón… ” Martín Corona.

El misterio es compañero del deseo. “La calidad de las flores está en su promesa, en su anuncio… lo mismo pasa con los amores” (Pág. 27) Es el ingrediente que lo vuelve irresistible, cautivador. Y por supuesto que no podría faltar uno de los misterios que más ha atraído a la humanidad: la naturaleza (los jardines)

Lo natural guarda el enigma de su origen, y muestra lo perfecto de sus formas y orden. Un bosque, el mar, el cielo, la maternidad, la muerte se miran con respeto y admiración; se han vuelto la fuente de inspiración de muchos, el suplicio de otros, la razón de algunos. Es su misterio lo que hace a la naturaleza tan interesante.

Por ello el autor da 183 páginas de este infalible ingrediente, mezclado con esta constante búsqueda del otro.

La Otredad. Entender al otro, encontrarse en él, descubrir que también es humano, pero diferente. Mucho se ha hablado de la Otredad, de su complejidad, y de todo eso, hay un punto en que las opiniones coinciden: el otro es indispensable, es la razón, el motivo.

El deseo no tiene sentido sin el otro. ¿Con quién compartir los sueños, los logros, el misterio, las ideas, la vida? ¿Para que buscar si no habrá a quién contarle sobre lo encontrado? ¿En la memoria de quién seguir vivo después de la muerte?


Así, en esta búsqueda del otro, se concluye dedicando estas líneas a los Sonámbulos, a los que en el sueño viven igual que despiertos. “Los Sonámbulos no distinguen entre realidad y deseo. Su realidad más amplia, más tangible, más corporal es el deseo. Me muevo porque deseo…” (Pág. 53)


Por: Lucía Beristain Monterrosas
Literatura Mexicana
Primavera 2005

2 comentarios:

Gabriel Cruz dijo...

Wow Lukia, me ha encantado el texto, imagino que no ha de haber sido una tarea de un rato, ha de haber sido muy padre lograr los momentos precisos para poder redactar algo así.
Muy buen ensayo, las frases de apoyo le dan un matiz muy bueno :D

LuKiA dijo...

Hola Gabriel.
Digamos que disfruté mucho esa tarea jeje. Ando rescatando trabajo, y viendo cómo el tiempo nos cambia.

Me da gusto que te agradara.
Te mando un abrazo y buena vibra.