martes, 30 de junio de 2009

Esperando, esperando

¡Ah! Ya casi se estrena Enemigos Públicos con mi hombre: Johnny Depp!!!! Este hombre tiene un no sé qué que qué sé yo, pero me encanta. Es compartido este sentimiento por varias amigas. Lo mejor, es que ya pronto lo veré en el cine y voy a babear todo el tiempo que dure la peli. Hoy, una alumna me dijo que trabaja en cinemex, espero pueda conseguirme el siguiente póster:



Lo pondré en mi cuarto, lo veré todo el tiempo y por las mañanas le diré: ¡Buenos días mi amor!

jajaja

lunes, 29 de junio de 2009

Ricón de Haikus


.............70. mientras revivo
.....................acuden primaveras
....................a mi memoria.


..............................71. mas si agonizo
....................................los inviernos se instalan
.....................................como sabuesos.


...................Rincón de Haikus....................


Días extraños.

Saludos.

jueves, 25 de junio de 2009

Concierto de Andrés Calamaro en Puebla.


Noche de Andrés Calamaro en el Auditorio Siglo XXI, Puebla. Había esperado esta noche, larga espera, sobre todo por la contingencia sanitaria que vivimos y aplazó el concierto un mes.

No recuerdo exactamente el orden de todas las canciones, tenía mi lista en la cabeza, fui feliz cuando inició con: “…soy dirigente de tu parte más urgente, soy artesano de tu lado más humano y el comandante de tu parte de adelante (…) qué más quisiera que pasar la vida entera, como estudiante el día de la primavera, siempre viajando en un asiento de primera (…) por un segundo de tu cuerpo doy el mundo”

Luego siguió con Mi Gin Tonic “…hay días para quedarse a mirar, hay días en que hay poco para ver, hay días sospechosamente light, hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.” Grité emocionada cuando escuché Media Verónica “…nada que ver, si la crónica Verónica reacciona, la Verónica mitad tiene muy poca maldad pero está cansada de esperar (…) no tiene muchos años pero le hicieron daño (…) no sabe distinguir el amor de cualquier sentimiento, quiere vivir una vida diferente cada día (…) la vida es una cárcel con las puertas abiertas, Verónica escribió en la pared, con la tripa revuelta, nada que ver, no habrá flores en la tumba del pasado…”

Y yo seguí cantando. Perdí el orden de las canciones, la verdad dejé de poner atención a eso y me sumergí en los gritos y cantos. Aquí una lista de las canciones que recuerdo y las fraseas que más me gustan de algunas de éstas:

El Salmón: “Quiero arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí” “Siempre seguí la misma dirección, la difícil, la que usa el Salmón, siento llegar al vacío total, de tu mano me voy a soltar.”

Carnaval de Brasil: “La musa es una sola musa o es una serpiente de muchas cabezas, los buscadores de promesas la tientan con cerveza, si se va puede volver el día menos pensado”

Todavía una canción de amor: “El amor es casi un imperdible perdido en la solapa del azar” “…que me sigo mordiendo noche y día las uñas del rencor; que te sigo debiendo, todavía, una canción de amor...”

Otras como: Elvis está vivo, El día de la mujer mundial –Gritos al aparecer la foto de Frida Kahlo- , A los ojos, Me estás atrapando otra vez, Los Aviones: “porque quiero dormir y soñar con ella, mientras por afuera pasan los aviones. No quiero que se termine, no quiero que me abandones." También: La copa rota, "no se apure compañero si me destrozo la boca, no se apure que yo quiero, con el filo de esta copa, borrar la huella de un beso traicionero que me dio..."

Y vinieron los tangos – ¡qué emoción!-:

Jugando con fuego: “es inmoral sentirse mal por haber querido tanto, debería estar prohibido haber vivido y no haber amado”. “Porque jugando con fuego puede ser que te lastime, puede ser que te lastime, puede ser que sufra un poco y nos quememos los dos”

Y el mejor –para mí- fue Los Mareados: “Pena, me dio encontrarte, pues al mirarte yo vi brillar tus ojos, con ese eléctrico ardor, tus negros ojos que tanto adoré (…) Hoy vas a entrar en mi pasado, en el pasado de mi vida. Tres cosas lleva mi alma herida: amor, pesar, dolor (…) ¡Qué grande ha sido nuestro amor!, y sin embargo ¡ay!, mira lo que quedó”.

Los gritos aumentaron cuando escuchamos: “¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto? ¿Sentiste a los asuntos pendientes volver hasta volverte muy loco? Si resulta que sí, sí podrás entender lo que me pasa a mí esta noche, ella no va a volver y la pena me empieza a crecer, adentro.” Crímenes Perfectos.

Recuerdo también que escuché Alta Suciedad y Me Arde: “Me quema saber que no vas a volver”

Otra ola de gritos con Paloma: “Mi vida fuimos a volar con un solo paracaídas, uno sólo va a quedar: volando a la deriva (…) Quiero vivir dos veces, para poder olvidarte, quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte (…) te cambio tu corazón por el mío, para mirarlo y mirarlo”.

Con esa terminó, pero con tantos gritos diciendo: ¡Andrés, Andrés!, volvió y cantó otras más: Canal 69, Volver: “Yo adivino el parpadeo, de las luces que a lo lejos, van marcando mi retorno... Son las mismas que alumbraron, con sus pálidos reflejos, hondas horas de dolor” y su conocida Flaca, con esta concluyó -con esta no terminó, ya escuché mis grabaciones y fue SIN DOCUMENTOS, revisé esto por el comentario de Poeta Loca, gracias por la observación, soy medio despistada jeje-, por más que gritamos y gritamos: ¡otra, otra! Ya no volvió, pero no importó, nos fuimos con una sonrisa en el rostro. Valió la pena mi garganta lastimada de tanto grito jajaja. Cabe decir que Calamaro se veía muy bien a sus casi 50, su ropa me encantó, pero lo que más me gustó fue su calzado deportivo, tipo bota en tono plata, ¡geniales! Y su voz y estilo: simplemente único.

Les debo las fotos, espero un cuate fotógrafo me pase alguna de las que tomó, mi teléfono tiene muy chafa resolución.

Muchas gracias por el regalo, fue mi mejor regalo de cumpleaños.

Saludos.

YA ARREGLÉ EL DEDAZO JEJEJE
HABÍA OTRO POR AHÍ, ¡UPS!
MERCI!!!!

CUENTO. Estrella

“Y del cielo cayó un estrella. Grande, brillante. Dicen que la tiraron de tanto verla. En el firmamento ya no cabía. Se hizo pesada con tantos halagos y suspiros. La tierra se le hizo buen lugar. De aquí han sido sus más fervientes admiradores. Por ella suspiraron muchos pechos y juraron en su nombre eternos amores. La han bautizado con mil nombres, ha guiado por mares al hombre.


No, el sol nunca le gustó. Opacaba su brillo, la ocultaba mientras era de día en la tierra. Pero de noche, de noche se estiraba, crecía de gusto. Intentaba lucir al máximo. Se ponía sus mejores galas. Cuando la luna estaba llena, se colocaba junto a ella para que la vieran. Por eso vino, para estar más cerca. Allá arriba a veces se sentía sola. Allá arriba el frío se volvió insufrible. Allá arriba tenía miedo. Mas la tierra no es lugar para estrellas caídas.


Primero la vieron con asombro. Querían estar cerca de la que algún vez observaron maravillados; de cada rincón del planeta fueron. Sólo que la magia que la envolvía se perdió. En el día parecía una enorme roca. De noche su brillo se había marchitado, era, sólo, una gran lámpara. Su orgullo la sostenía, cuando al oscurecer, miraba en el firmamento su lugar vacío. Extrañó el frío, en la tierra hacia mucho calor. Extrañó su espacio, aquí le pusieron una valla en derredor para que no la tocaran. Extrañó su brillo, la atmósfera no le permitía resplandecer. Poco a poco fue quedando en el olvido. Ya no fue novedad. Los ojos de que antes la buscaban para hablarle, hoy miran al cielo en busca de otra estrella a quién contarle, desde lejos, los pesares que provocan aquellos que están cerca…”


Julio, 2001.

martes, 23 de junio de 2009

Oceano Mare, Baricco.

"De noche. Posada Alamyer. Habitación del primer piso, al fondo del pasillo. Escritorio, lámpara de petróleo, silencio. Una bata gris con Bartleboom dentro. Dos zapatillas grises con sus pies dentro. Hoja blanca sobre el escritorio, pluma y tintero. Bartleboom escribe. Escribe.

Mi adorada:

Ya he llegado al mar. Os ahorro las fatigas y miserias del viaje:lo que cuenta es que ahora estoy aquí. La posada es acogedora: sencilla pero acogedora. Está en la cima de una pequeña colina, justo delante de la playa. Por la noche se levanta la marea y el agua llega casi hasta debajo de mi ventana. Es como estar en un barco. Os gustaría.

Yo jamás he estado en un barco.

Mañana empezaré mis estudios. El sitio me parece ideal. No se me oculta la dificultad de la empresa, pero vos sabéis -vos únicamente en el mundo- lo decidido que estoy a llevar a cabo la obra que tuve la ambición de concebir y emprender en un feliz día de hace doce años. Me serviría de consuelo imaginaros con salud y con alegría de espíritu.

En efecto, nunca lo había pensado antes, pero la verdad es que jamás he estado en un barco.

En la soledad de este lugar apartado del mundo, me acompaña la certeza de que no queréis, en la lejanía, abandonar el recuerdo de quien os ama y siempre será vuestro.

Ismael A. Ismael Bartleboom.

Deja la pluma, dobla la hoja, la mete en un sobre. Se levanta, coge de su baúl una caja de caoba, levanta la tapa, deja caer la carta en su interior, abierta y sin señas. En la caja hay centenares de sobres iguales. Abiertos y sin señas.

Bartleboom tiene treinta y ocho años. Él cree que en alguna parte, por el mundo, encontrará algún día a una mujer que, desde siempre, es su mujer. De vez en cuando lamenta que el destino se obstine en hacerle esperar con obstinación tan descortés, pero con el tiempo ha aprendido a pensar en el asunto con gran serenidad. Casi cada día, desde hace ya años, toma la pluma y le escribe. No tiene nombre y no tiene señas para poner en los sobres, pero tiene una vida que contar. Y ¿a quién sino a ella? Él cree que cuando se encuentren será hermoso depositar en su regazo una caja de caoba repleta de cartas y decirle

- Te esperaba.

Ella abrirá la caja lentamente, cuando quiera, leerá las cartas una a una y retrocediendo por un kilómetro hilo de tinta azul recobrará los años -los días, los instantes- que ese hombre, incluso antes de conocerla, ya le había regalado. O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y, atónita ante aquella divertida nevada de cartas, sonreirá diciéndole a ese hombre

-Tú estás loco.

Y lo amará para siempre."


Alesandro Baricco, 1999, Océano Mar, Anagrama. Barcelona. (Págs.23 y 24)
Me gustan sus pausas.

martes, 9 de junio de 2009

Con los ojos llenos de colores: la India.

Viajar es una de mis pasiones: recorrer, andar, oler, sentir, ver otros lugares y personas; de pequeña me imaginaba con mochila al hombro y unos boletos en la mano. No lo hago tanto como quisiera, pero es mi motivación para -según yo- ahorrar. Cuando voy caminando y encuentro un aparador con algo que llame mi atención, pienso: "este puente, estas vacaciones debo vagar." Así logro controlar mis impulsos cumpulsivo-compradores -no siempre les gano.-

Hay lugares que quiero visitar acompañada y otros, sola. Acompañada significa compartir y ser flexible con muchas cosas. Sin embargo, cuando viajo sola no tengo un plan, a veces ni dinero suficiente, sólo sé a dónde llegaré, luego dejo que todo fluya, que las cosas se vayan dando. A lo mucho llevo una lista de posibles lugares que me gustaría conocer, pero de ahí en fuera, la improvisación es lo mío. Debo decir que esos recorridos me han dejado grandes amigos y varias experiencias gratas -gente chida, lugares mágicos, paisajes que te quitan el aliento- y otras no tanto, al menos en el momento -quedarte sin dinero, perderte, accidentes, robos, caídas...- Al final, regresas con menos equipaje, en banca rota pero con los ojos llenos de colores.

Toda esta explicación para hablarles del lugar que ahora me quita el aliento, el sueño y me ayuda voltear a otro lugar cuando paso frente a un aparador. Hay un libro que un día encontré en un bazar y lleva por título India, así nomás. Hace también algún tiempo, Alejandro Magno era uno de mis personajes favoritos -si digo que Alf, el de la serie gringa sigue siendo de mis personajes favoritos, seguro me abuchearán jeje- . Entonces, dicho libro se complementaba con lo que estaba leyendo sobre Magno, sobre todo, por su paso por esas tierras mágicas. Les describiría aquello que leí, pero mejor se los pongo, quizá de esta forma se entienda de dónde iniciaron mis ganas de pisar ese suelo:

" El encanto de la India.


Alejandro de Macedonia fue el más grande conquistador (...) Todo era suyo: Atenas, la dorada; las islas de Mármol del Mar Egeo; la fenicia Tiro; el misterioso Egipto y el gran desierto que se extiende más allá del Nilo; Babilonia, la de las fuertes murallas; todas las vastas tierras que rodean el desierto salado, en las que las ruinas humeantes de Persia imperial señalaban los lugares por donde habían pasado. Todo era suyo, incluso la estepa que señala el límite del mundo y las montañas coronadas de nieve por donde sale el sol. Sí, todo, excepto este país de Hind al que llamamos India, que se extiende por colinas pardas y caliginosas más allá de donde alcanza la vista hacia el este.

Por primera vez, Alejandro sintió los tormentos de la duda. Había salido a conquistar el mundo, pero aquí parecía no tener fin. ¿Dónde estaban los límites de la India? "Más allá, más allá..." le decían en las orillas de cada río y en lo alto de cada colina. Siempre más allá, hasta que sus tropas ya no quisieron ir más lejos. Habían hecho frente a las hordas de salvajes de Escitia, a los fieros jinetes de Bactriana y a los carros armados de guadañas del persa Darío. Ni los elefantes de guerra del rey Poro los habían acobardado. Pero este "más allá" que nunca terminaba y este mundo caluroso de hombres morenos vestidos de blanco que celebraban ritos misteriosos, como culto a dioses extraños, y que nada sabían del mundo mediterráneo, era algo a lo que no podía enfrentarse. Ni la discusión ni las amenazas harían cambiar sus pensamientos y, de este modo, Alejandro tuvo que volver atrás.

Pero el conquistador del mundo quería saber algo más sobre la India antes de dejarla. ¿Qué tan lejos había llegado realmente en su intento de alcanzar los límites del mundo? Se le habló de ciertos hombres sabios que vivían cerca, cuya sabiduría era famosa en toda la India. -Traédmelos- ordenó a uno de sus oficiales.

-Venid, Alejandro os quiere ver- ordenó el oficial.
-¿Por qué hemos de ir? - constestó el portavoz de los ascetas.

-Porque Alejandro, hijo de Zeus, lo ordena.

-Alejandro no es más hijo de Zeus que yo mismo. Ya que, si Zeus es Dios y los hombres son hijos de Dios, nosotros, como hombres, somos todos hijos de Zeus.

- Si venís, Alejandro no os hará daño. Os dará regalos.

-¿Qué puede dar vuestro Alejandro a hombres sabios? Todo lo que posee son riquezas terrenas y la verdadera sabiduría está más allá de las cosas terrenas.

Exasperado, el oficial dijo:

- ¡Si no venís en seguida, Alejandro os dará muerte!

Con una sonrisa, el hombre sabio contestó:

-Entonces, le daré gracias por libetar mi alma de su cárcel de carne.

Cuando regresó el oficial y contó todo esto al desasosegado conquistador, Alejandro comentó: -¡Qué país es éste!- y se volvió con tristeza para preparar la partida."

Fairservis, W. (1964) India.

Y como dije, esas ganas iniciaron ahí, pero entre más leo sobre estas tierras, mis ganas de pisarlas crecen y crecen. En la India la vida no es costosa -eso me ha contado Valentín que anda por allá-, lo caro es llegar. Espero un día poder ir a ese país, entre tanto, seguiré recorriendo el mio.

Saludos.

Ah! Las fotos son de mi cuate Vale, el chico de lentes de la primera foto, está en Universidad de Nalanda, la Estupa de Sariputra de fondo. La segunda foto la tomó en el monasterio Sri Lankes, en una sesión de meditación por la mañana.

jueves, 4 de junio de 2009

INVITACIÓN: ANULA TU VOTO

Hay temas prohibidos, esos temas que siempre van a generar cierta polémica y discusiones acaloradas con tus amigos, entre ellos, temas de religión, fútbol, política y destino -hay muchos otros.- ¿Qué sucede con ellos? ¿Por qué nos produce cierta incomodidad o ganas de defender nuestra postura? Estos tópicos son parte de nuestras creencias y las creencias son aquellas ideas que consideramos como verdades, principios por los cuales nos regimos y nos permiten establecer normas -pautas de comportamiento.- Por eso, cuando alguien opina o argumenta cosas negativas sobre éstas, nuestra primera reacción es ponernos a la defensiva, es la reacción natural, dudaría de quien no tuviera este primer impulso -si su prudencia le hace cambiar de tema, se entiende, pero a quien le de igual, me asusta.-


La semana pasada andaba en un congreso, donde un ponente hablaba sobre el fenómeno de spotización política que vive el país debido a las próximas elecciones que viviremos. Se discutía, más bien, se argumentaba el por qué es necesaria una reforma que regule dicho fenómeno. Les cuento. En México, por estas fechas, podemos ver spots de televisión en cantidades increíbles, uno tras otro; mientras estás intentando digerir uno donde Místico, gran personaje mexicano que seguramente sabe mucho de política dada su larga trayectoria como luchador, te dice que votará por el partido en el poder para ayudar al Presidente en su lucha contra el narcotráfico -seguramente él forma parte de la estrategia y les aplica la quebradora a los malos narcotraficantes que les venden droga a los inofensivos jóvenes que no saben lo que hacen-, mientras, zaz, ya tienes otro spot con una famosa -y buenota, según mis amigos- actriz que también es una experta en política, diciendo lo importante que es X partido para que apruebe leyes que permitan el cuidado de medio ambiente y les nos den vales canjeables por medicinas y cursos de computación e inglés -¨¡ella toda una ecologista!, su ropa, de exclusivas marcas, seguramente no son de materiales sintéticos, que se hicieron en países donde para nada se explota a las personas, donde seguro, tienen políticas estrictas de cuidado del medio y claro, su preparación y formación, le permiten emitir opiniones tan acertadas sobre paternalismo mexicano que tanto daño ha hecho a México, sobre la carga que representarían esas medidas para el Estado y lo que es populismo o no- Así, la política en mi país se ha convertido en un verdadero circo, donde además, hay otros spots, donde se atacan unos a otros, donde se llaman grillos, ineptos..., si pudieran se agarrarían a golpes por defender sus colores partidistas. Que alguien me explique, ¿dónde está su plataforma política?, ¿dónde sus propuestas para solucionar la crisis actual, el desempleo, la dependencia de los excedentes petroleros, el rezago educativo, la inseguridad, las masacres en el norte del país para controlar el narcotráfico, entre muchísimos otros problemas que aquejan a nuestro país?


Me pareció absurda la discusión de si era o no necesaria una reforma, ¿qué otra prueba necesitan?, ¿que ahora sí se agarren a golpes entre candidatos?, ¿que caigan más bajo aún?, ¿que salga Chabelo -amigo de todos los niños- diciéndonos que votemos por X partido? Porque, además, la discusión no terminaba en la regulación en cuanto a cantidad, se hablaba también de contenidos, diciéndose que un spot no es negativo, que lo negativo son las interpretaciones que les da la sociedad, que es "subjetivo". Sí claro, ¿dónde queda la intencionalidad del discurso? -Habermas se revolcaría en su tumba, pero aún vive y mejor que ni escuche sus peroratas-. ¿Cómo hablas de eso en una sociedad con características culturales como la nuestra, donde el Místico, el Chelis, Maite Perroni, Raúl Araiza nos incitan a votar? Son personajes populares, que la gente sigue, que para nada tienen conocimientos de política, de leyes, de economía... Y lo peor es que las personas los siguen, les creen. Es terrible que se utilicen estas estrategias y lo más terrible es que funcionen, ahí es donde entra esa frase de: cada país tiene el gobierno que merece. Supongo que algo de cierto hay en eso, pero que además, aquellos que deberían ayudar a que esto cambie, son los primeros en voltear a su favor dichas carencias para ganar, para quedarse en el poder. ¿Quién es peor? ¿Saberlo y utilizarlo? ¿Ignorarlo y no darse cuenta del sucio juego?


Y por todo esto y muchas cosas más -como diría la canción- ven a ANULAR TU VOTO estas elecciones. La mayoría nos quedamos en casa, no participando en esta farsa; el anular el voto permitirá conocer cuántos estamos molestos, inconformes con el espectáculo que montan los políticos; que queremos bases, propuestas y no actores, futbolistas o luchadores hablándonos de sus ofertas, como mercado en barata. ¡Exijamos! Debemos ganarnos otros políticos, hacerles entender que deben servirnos, cuidar los intereses y recursos públicos, pues para eso están. No agachemos la cabeza ni nos sintamos intimidados por un diputado, un senador o un gober precioso. Si están ahí es para servir y legislar a nuestro favor, son funcionarios públicos, no deberían tener el poder que actualmente tienen, no deberíamos permitirles sus bajezas y malos manejos. La acción ciudadana es lo único que realmente puede hacer algo por el país en estos momentos, al menos yo no confío en ninguno de los partidos que actualmente hacen propaganda en medios, ¿tú sí?

martes, 2 de junio de 2009

Las bromas del inconsciente

¿Se han dado cuenta de que todos tienen manías? Son esas pequeñas cosas que hacemos sin ningún sentido ni explicación, sólo están ahí. Quizá tengan un origen, pero como se rigen por repetición, uno se olvida de dónde las ha sacado. Mi papá, cuando está distraído y “se nos va” –se pierde en sus pensamientos- empieza a tocarse su oreja derecha, no sé por qué, pero siempre es la derecha, se queda viendo un punto fijo y se rasca su lóbulo hasta que le duele, supongo, pues lo deja de hacer y vuelve a poner atención a lo que acontece a su alrededor. Mi mamá ha cesado sus esfuerzos para que deje de hacerlo. Uno de mis sobrinos –de poco más de un año de edad- hace un gesto con la nariz, arrugándola, como si intentara moverla, como cuando algo no te gusta, muy exageradamente y rápido, como si tuviera una mosca en la nariz, lo vean o no. He intentado descubrir si lo hace en algún momento específico, pero no, las manías son caprichosas. Quizá sea nuestro inconsciente, que cuando nuestro consciente está “ido”, nos hace bromas –jajaja-.

Según lo que investigué –ajá, otra manía- la palabra etimológicamente viene de locura y se define como una costumbre extraña –nada común- obsesiva y poco adecuada. Así, las manías van desde lo más simple – como rascarse o morderse las uñas-, hasta las más complicadas –como no pisar las rayas del suelo cuando se camina y hay que hacer circo, maroma y teatro para evitarlas o ir hablando solos por la calle-. Esas serían las clásicas, pero están las otras, las que verdaderamente son un enigma y motivo de mucha burla y risa. Haré una lista de las manías de algunos amigos y conocidos –sin nombre, para no ventanearlos-.

  • Comerme sólo el migajón del pan.

  • Morder las gomas de los lápices, saben bien.

  • Meter mi mano en mi entrepierna, no me doy cuenta como llega ahí –eso podría tener una connotación psicológica-

  • Morder los huesos del pollo hasta hacerlos trizas.

  • Reírme como psicópata

  • Perderme, especialmente en islas de 5 calles.

  • Hablar de mis problemas con extraños.
Y bueno, esto salió porque ayer me descubrí otra manía. En la mañana, camino al trabajo, venía como de costumbre, hablando sola o tarareando alguna canción, de pronto comencé a contar todos los carros azules, hasta que vi uno que era como verdoso, bueno, parecía un tipo de azul, entonces inicié una discusión conmigo misma de si ese carro entraba o no en la categoría, si sería o no el número 16 en mi lista. En ese momento me di cuenta de que no era la primera vez que hacía algo así, suelo contar cosas mientras camino o mientras voy en un camión, lo que no sé es qué lo detona. Recordé que una vez estuve contando a todos los señores con estómagos prominentes que veía.

¿Y la tuya?