martes, 6 de septiembre de 2011

Lo importante y lo efímero

Leo la última entrada publicada en este blog y apenas puedo creer que sea septiembre y cuánto ha cambiado mi vida desde ese día. Siempre me ha sorprendido la capacidad que tenemos para reconstruir nuestros mundos, para iniciar de nuevo, para reponernos y en algunos casos, renacer.

Pienso también en los grandes cambios de la humanidad, en ellos encuentro primero un caos, una crisis, situaciones que demuestran que las cosas ya no funcionaban, que algo estaba mal. Supongo que siempre hay señales, sólo que nos aferramos, nos resistimos, hasta que se vuelve inevitable y nos alcanza. Y así pasó. Las líneas de confort son seguras y agradables, o al menos eso parecen.

Y el proceso de reconstruir toma tiempo, el que sea necesario dependiendo de cada uno. Dejar de creer en algo o modificar nuestras comprensión del mundo es vivir un duelo; lo niegas, te duele, te deprimes, lo aceptas, lo dejas ir y comienzas otra vez... El orden de los factores sí altera el proceso.

Aprendí sobre lo importante y lo efímero, sobre claros-oscuros, posibilidades y nuevos caminos. Descubrí que   cuando no pueda sostenerme, hay quienes están para hacerlo y que mi orgullo puede atentar contra quienes quiero aún cuando la intención sea protegerlos. Supe lo afortunada que soy, valoré mis logros y supe que si pude transformar mi contexto, puedo seguir embelleciendo mi presente.

¿Saben que es lo mejor? Que aunque tuve que aprender a ser menos confiada, más cuidadosa y menos impulsiva, LuKia, Lu, Lucy, sigue creyendo y viendo intensamente sus días, queriendo mucho, compartiéndose, aprendiendo, poniéndose retos...

Gracias a todos los que estuvieron todos estos meses y a quienes llegaron a mi vida para quedarse.


Saludos. He vuelto.

No hay comentarios: