jueves, 27 de noviembre de 2008

UNA SOCIEDAD DE CONSUMO

Vivimos para consumir, para comprar bienes y servicios. ¿Está mal? Bueno, no conocemos otra manera de vida, hemos crecido con esta práctica siempre, sintiéndonos mal por "no contar con un poder adquisitivo mayor" "por no estar a la moda" "por no tener la última consola de video juegos" o simplemente, "por falta dinero para salir y gastar" ¿Dónde está nuestra imaginación? ¿Nuestro libre albedrío? ¿Nos hemos vuelto apegados a las cosas? ¿Han escuchado hablar de la sociedad de consumo o de la generación Escéptica? Déjenme contarles una historia familiar, pero con un fondo poco conocido.


Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo ya no sería igual: se podían desaparecer naciones enteras en un abrir y cerrar de ojos, la bomba atómica mostró que la vida de todos estaba en manos de unos cuantos, el miedo se hizo presente. Los jóvenes, que hasta ese momento eran una generación que estaba surgiendo (antes del siglo XX ser joven no existía como tal) y que se distinguía por sus ideales, sueños y planes de mejora, se vio desencantada tras el horror de la bomba. Aunado a ello, el conflicto bélico dejó a la mayoría de los países en banca rota, había que encontrar una manera de sacar a flote sus economías, la forma de lograrlo era implementando "el modelo de consumo" (diseñado por un economista estadounidense), ahí estaba la tabla de salvación, por supuesto, con el respaldo de los crecientes medios de comunicación masiva, mismo que sostendrían (y sostienen) este modelo.


Se habló entonces de los jóvenes de la "generación escéptica", sin ideales y con un apego increíble al consumo. El nuevo modelo trajo consigo buenos niveles de crecimiento, aumentó la ocupación laboral de la población y apareció el llamado "poder adquisitivo" con el que somos medidos hasta hoy en día. Los jóvenes eran un nicho de mercado en aumento y al no haber ya ideales que los sostuvieran, el consumo se volvió su estandarte y se les llamó jóvenes 3M (Macchina, Moglie, Mestiere: coche, mujer y trabajo), el existencialismo recobra su postura desilusionada y aparece el llamado "rebelde sin causa" , que anteponían su bienestar ante todo: "Esta generación se caracteriza por su falta de compromiso político y moral, por su conformismo con la sociedad establecida, por su adaptación funcional" (Carlos Feixa, Antropólgo). Y haciendo cuentas, son estos jóvenes escépticos los que rigen las grandes compañías, los que siguen en el poder (frente o atrás de él) o los enseñaron a quienes ahora están cómo llevarlo, ¿ahora se entiende la falta de compromiso social de nuestros dirigentes? ¿su ausencia de valores? ¿su apego a la riqueza y su afán de competir por ver quién posee más? ¿su falta de conciencia de lo que generan sus acciones? ¿Se entiende como llegamos a lo que hoy en día somos? Estamos sometidos a más de 1,000 comerciales al día, que nos muestran qué comprar, qué hacer, trabajamos más de 8 horas diarias para poder consumir y pagar nuestras cuentas y mantener nuestro "estilo de vida", nuestros momentos de ocio los ocupamos para ver la televisión o ir de compras, en otras palabras: gastar y contribuir con el modelo.


El punto no es dejar de consumir, si no hacerlo de manera conciente e inteligente, beneficiando a la economía local, a los pequeños productores. Lo dicho también hace pensar que generando nuevos esquemas de pensamiento (así como se construyeron esquemas para este tipo de sociedad), podemos generar a futuro, sociedades con valores más trascendentes que el consumo y el apego.


Sin más de mi parte que decir, les dejo la recomendación de hoy, un pequeño documental que les pido vean con mucha atención, es sencillo, claro y ejemplifica lo que les acabo de contar, por favor, tómense unos minutos de su tiempo, es corto.

DOCUMENTAL: The story of stuff

La historia de las cosas


2 comentarios:

Unknown dijo...

mira nada mas .... k guardadito te tenias este blog ... hasta k lo conoci ...

saludos catarticos ...

me kedo en k soy generacion slacker, hipster, mtv, pepsi, y. namas

LuKiA dijo...

jajajaja... cierto, hipster si pareces, nomás que el atuendo no es tan bohemio en ti, pero en todo lo demás coincide. Luego escribiré un blog dedicado a ti. Cuídate.