martes, 20 de octubre de 2009

La infancia en el mundo.

Estamos acostumbrados a las estadísticas, los números, los datos duros, este enfoque cuantitativo que nos ha vendido la modernidad, que nos permite medir, comprar, probar, respaldar. Números. No tengo nada contra este enfoque, al final, necesitamos un soporte numérico para validar. Por ejemplo, según datos de la UNESCO:

· 10,5 millones de niños aún mueren por año en todo el mundo;

· 29.000 niños menores de cinco años mueren por día, casi 4.000 niños simplemente porque carecen de condiciones de salubridad y agua segura;

· 12 millones de niños de todo el mundo se han convertido en huérfanos debido al SIDA;

· 146 millones de niños tienen hambre frecuentemente;

· 640 millones carecen de un refugio adecuado;

· 250 millones trabajan como mano de obra barata, 2 millones se prostituyen;

· El conflicto se ha cobrado las vidas de 2 millones de niños en los últimos diez años, dejando a millones heridos y discapacitados;

· 300.000 niños de todo el mundo se les obliga a portar armas; y

· 72 millones de niños aún no asisten a la escuela.


Qué hay detrás de todos los datos? De entrada, estas cifras tiene un margen de error alto, ya que muchos de estos datos son proporcionados por las propias autoridades de cada país -¿qué gobernante en turno le gusta quedar como inepto ante las demás naciones?- o de organismos que trabajan con fondos gubernamentales; aunado a que quizá la metodología utilizada también presente deficiencias en su levantamiento de datos. Luego, hablan de SIDA, de prostitución, de hambre, de guerra, de educación, de salubridad, refugio... las consecuencias de causas mucho más arraigadas. No basta con dar de comer, con proporcionar techo, con cambiar políticas públicas para aumentar la salud y la alimentación, porque éstas son derechos y no deberían ser negadas ni aplazadas. Tenemos problemas graves que generan toda esta crueldad hacie el grupo social más desprotegido: la deficiente educación, la desigualdad, la manipulación de la información, las luchas por el poder, los gobernantes que pelean por salir en foto, la pasividad de quienes lo saben y no hacen nada...

3 comentarios:

jimeneydas dijo...

Gracias por tu visita a mi blogcito y por los comentarios que ahí dejaste, LuKía. El tuyo también me gustó mucho, me vuelvo seguidor.

A. Arboleyda.

Gabriel Cruz dijo...

ya sé con las cifras, son abrumantes y cómo no sentirse atemorizado por ellas ¡saludos!..

Aleshis dijo...

Hola. De vuelta por acá. Veo que también te dedicas a la educación. En algún momento y por casualidad yo entré a ello y solo puedo decir que me encantar y que entiendo la gran labor que es. Además, muestras preocupación, y eso siempre será algo digno de agradecerse. Felciidades pués.